Nuevos descubrimientos colocan a los cacahuates entre los súper alimentos

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    Nuevos descubrimientos colocan a los cacahuates entre los súper alimentos

    Lic. Cecilia García Schinkel

    Nutrióloga

    Desde hace muchos años, las mamás de niños pequeños y medianos, los deportistas y los que se apegan a dietas tradicionales o vegetarianas, lo saben: los cacahuates son alimentos densos en nutrimentos, saludables, que nos llenan de energía. Hoy, la ciencia lo confirma de forma contundente: el consumo habitual de cacahuates y/o crema de cacahuate en pequeñas cantidades, pero consumidos de forma habitual puede tener un gran impacto en la salud. Por eso, los cacahuates ahora son considerados como súper alimentos.

     

    Recientes estudios poblacionales, que analizan a grandes grupos de personas, han mostrado de forma consistente que insertar habitualmente en la dieta tan sólo un puñito de cacahuates o un par de cucharaditas de crema de cacahuate, ayuda a disminuir el riesgo de padecer enfermedades crónicas tales como diabetes mellitus o enfermedades cardiovasculares. Vale recalcar que no estamos hablando solamente de que se puedan prevenir riesgos, sino de evidencia real, de estudios científicos que observaron a poblaciones reales, similares a la nuestra, que así lo muestran.

     

    Cuando se consumen casi a diario, estas pequeñas cantidades de cacahuates, un puño de más o menos 30g, cerca de 14 cacahuates enteros con su cascarilla o una cucharada sopera de15g de crema de cacahuate, pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiacas hasta en 50% y el de diabetes en 25%. Estos son impactos en la reducción de riesgos en salud que no se ven ni siquiera con el consumo de medicamentos que requieren recetas médicas. Quién habría pensado que allí en la cocina, a la mano, y en ese formato tan delicioso y fácil de combinar y de disfrutar, tenemos estos aliados para la salud tan poderosos.

     

    Los estudios de dietas controladas también han mostrado muchos efectos positivos de los cacahuates en la salud. Cuando se evalúa el perfil lipídico de las personas que consumen dietas controladas que contienen cacahuates y los comparan con otros sujetos que consumen dietas idénticas pero sin cacahuates, se muestran elevaciones en la fracción del colesterol conocida como “buena”, la HDL, mientras que las fracciones totales y de baja densidad del mismo colesterol, la conocida como “mala”, la LDL, disminuyen. Lo mismo sucede con los triglicéridos: aquellas personas que consumen dietas que contienen porciones pequeñas de cacahuates, crema de cacahuate o incluso aceite de cacahuate, consumidas con mucha frecuencia, tienden a tener niveles más bajos de triglicéridos en sangre.

     

    Estos beneficios a la salud que afectan positivamente las posibilidades de padecer enfermedades crónicas no trasmisibles, de las más frecuentes en nuestra sociedad, no sólo suceden por dentro del cuerpo donde no las podemos apreciar, sino también se manifiestan en el exterior, donde las podemos ver y presumir. El hecho es que las personas que consumen cacahuates habitualmente tienden a tener cuerpos más esbeltos. La ciencia nos muestra que el índice de masa corporal (la relación entre el peso y la estatura) conocida como IMC y que se usa para determinar un peso saludable, es más bajo en aquellos que consumen cacahuates habitualmente cuando se les compara, como población, con quienes no lo hacen. Esto puede tener distintas explicaciones: una es que las personas que consumen cacahuates (que son ricos en proteínas de gran valor de saciedad, en grasas saludables y en fibra dietética que también dan valor de saciedad) tienden a sentirse satisfechos y no caen tan fácilmente en tentaciones ni en el sobreconsumo de alimentos, lo que les sucede frecuentemente a quienes consumen dietas más ricas en carbohidratos simples, como harinas y azúcares. También se considera que la sensación de energía que brindan los cacahuates puede ser responsable de que no busquemos otras opciones menos saludables entre las comidas. Por eso, insertar cacahuates en pequeñas cantidades ya sea en el desayuno o a media mañana en el refrigerio, es una buena recomendación. De hecho, estudios también muestran que quien consume desayunos de bajo índice glicémico y no muy concentrados en carbohidratos simples tiende a tener una dieta más ordenada a lo largo del día.

     

    De forma muy interesante, la evidencia también muestra que quienes consumen cacahuates tienen un gasto energético en reposo (un consumo de calorías para el trabajo metabólico) mayor a quienes consumen dietas más ricas en carbohidratos y con pocas semillas oleaginosas. Esto quiere decir que si comparamos a dos personas simplemente descansando en un sillón viendo la televisión, el que ha consumido cacahuates habitualmente está gastando más energía, quemando más calorías, que el otro. Así de asombroso y con evidencia científica que lo sustente.

     

    Finalmente, por el tegumento que los recubre (cascarilla) y porque a veces los consumimos “de volada” sin masticarlos del todo, algunos de los cacahuates, dice la evidencia, simplemente no serán digeridos ni absorbidos y nos brindarán esta sensación de saciedad, sin ningún aporte calórico o energético.

     

    Los cacahuates, entonces, por su combinación exclusiva de nutrimentos esenciales que incluyen proteínas de gran calidad, fibra en proporciones apreciables, y grasas saludables además de vitaminas y minerales esenciales y sustancias bioactivas, fitoquímicos únicos, son alimentos muy valiosos, súper alimentos, que debemos incluir en nuestra dieta de forma regular, habitual, en pequeñas cantidades y de preferencia en sustitución de alimentos ricos en hidratos de carbono simples.

     

     

    Referencias

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